martes, 8 de noviembre de 2011

¿Puede una “mala persona” ser un buen profesional?

"Se puede confiar en las malas personas. . . No cambian jamás".(W. Faulkner)


Con escasa frecuencia, afortunadamente, encontramos gente que calificamos como “mala persona”, que es uno de los peores calificativos que podemos hacer de alguien.

Una mala persona es aquella que su por su propio egoísmo, por su propio beneficio, por su falta de escrúpulo, no siente reparo alguno en causar daño o perjudicar a otro y aun así no inmutarse lo más mínimo.

Es increíble, pero cierto, como en el ámbito laboral, algunas de ellas encuentran el caldo de cultivo perfecto, para hacer daño, sutilmente o no, consiguen perjudicar a otros e incluso a la empresa, si con ello consiguen su objetivo, sea el que sea, consiguen aparentar lealtad bajo un manto de hipocresía……

A pesar, de todo ello, puede suceder que el trabajo que desarrollan lo conozcan perfectamente y lo puedan realizar correctamente, pero no debemos olvidar que cuando trabajamos, interactuamos con compañeros, proveedores, clientes…. Y me pregunto:

- ¿ ¿Una mala persona puede ser un buen profesional?

Yo lo tengo claro, y tú?

jueves, 29 de septiembre de 2011

Imprecisiones


Lamentablemente cada día escucho alguna imprecisión ..será que me estoy haciendo mayor, será que soy de ciencias  o que la crisis me esta volviendo intolerante pero cada me fastidia más este tipo de imprecisiones.

Lo normal es oírlas en las noticias y/o tertulias radiofónicas, leerlas en prensa o en artículos que se encuentran por internet. Es habitual escuchar cosas como “la mayoría de …” o “gran parte de…” y eso no me molesta salvo cuando se trata de influir en el oyente/lector.
Por ejemplo si en una noticia se dice “la mayoría de los políticos del partido XXX cobra el salario medio español”  ¿que se quiere transmitir? Yo lo que entiendo sin analizar la noticia es que es mentira que los políticos de ese partido cobren mucho dinero, cobran lo normal ¿no? Vale, ahora pasamos la noticia al plano numérico, en el que simplemente se puede traducir como, la mitad de los políticos de nuestra formación más uno cobran el salario medio español, esto es, si son 100 políticos, 51 cobran lo indicado en la noticia pero ¿y el resto? Bajo mi punto de vista eso es manipular…

En el trabajo también se oyen/leen estas imprecisiones que en realidad carecen de importancia salvo en los casos en los que se quiere presionar o como se suele decir “armar ruido”. Estoy cansado de oír “casi todo lo que hacéis esta mal” sin dar ningún tipo de dato numérico de que significa “casi todo”…luego pierdes el tiempo en buscar y recopilar datos para poder analizarlos y poder cuantificar y rebatir ese “casi todo” y cuando acabas te das cuenta que te has pasado el 95% de tu tiempo intentando justificar algo y el 5% trabajando en lo que realmente deberías, es decir, casi todo tu tiempo.

Podría poner muchos…no, muchos no, decenas de ejemplos en los que se generan imprecisiones con el fin de manipular y/o influenciar y que realmente lo consiguen porque no nos paramos a analizar que e

Como en todo hay excepciones y es cuando tu hij@ te dice cuanto te quiere no hay medida finita posible, un mucho de tu hij@ es eso…mucho.

Y eso que en el post yo he cometido unas cuantas…definitivamente me hago mayor, por suerte. 

¡¡Que tengáis un buen día!!

jueves, 22 de septiembre de 2011

¿Hay que ser politicamente correctos?

"Mi mayor ilusión es seguir teniendo ilusiones" (José Narosky)

¡Hoy es mi primer día,! Me siento igual que cuando llegué por primera vez al instituto, o la primera vez que tuve una entrevista de trabajo, o la primera vez que tomé un avión….

Estoy inquieta y expectante pero sobre todo estoy disfrutando de poder compartir situaciones, experiencias, sensaciones aportando mi punto de vista y recibiendo el de los demás, sobre todo porque soy de esas personas afortunadas que tiene amigos, y que además comparten sus puntos de vista los cuales son siempre enriquecedores.

Me gustaría empezar comentando sobre lo políticamente correcto y lo políticamente incorrecto. Es curioso que desde pequeños nos educan en la verdad: decir la verdad, no mentir……

Sin embargo, nos vamos haciendo hipócritas con el tiempo, ¿Hipócritas? Ah! No hipócritas no, correctos. Y tejemos a nuestro alrededor un número indefinido de sutilezas (a veces incluso vilezas), y maquillamos nuestros sentimientos a través de nuestras palabras. ¡Qué grande es el lenguaje, y las posibilidades que nos da!

Por supuesto, que el lenguaje puede herir con fuerza, y las heridas pueden ser más dolorosas que cualquier puño, pero sin herir, sin dañar, sin ofender, con educación y cortesía, deberíamos poder decir todo (o casi todo).

Todavía recuerdo a un compañero de trabajo alegre y simpático que cuando promocionó dejó de ser alegre y simpático, incluso dejó de hablar a sus antiguos compañeros volviéndose huidizo, antipático, vamos, un cretino en toda regla. Todos pensamos en estos últimos adjetivos cuando pensabamos en él, sin embargo, ninguno nos acercamos a preguntarle: muchacho, ¿Qué te ha sucedido?..... No, ninguno se lo preguntamos, y tampoco le hicimos saber lo estúpido de su comportamiento. Lo políticamente correcto fue callarlo, ¿O no?

O cuando una amiga muy, muy enamorada tiene un novio al que consideras grosero, egoísta, soez, y no se lo dices “por si acaso”.

¿Nos da miedo enfrentarnos a la sinceridad? ¿No debería hacernos reflexionar? En cualquier caso, tener un espíritu crítico, lejos de ser defecto, me parece una cualidad.

Bueno también hemos inventado la ironía, para decir sin decir, pero claro, eso será otro capítulo.